La gorda Titi es un personaje ficticio, basado en hechos reales y no tanto que le han ocurrido a La Rana. Hay música, hay arte, hay amor y desamor, hay delicias culinarias, hay vinos, hay literatura. Hay... y donde hay está la Rana.
sábado, 4 de abril de 2009
Titi y las alfombras
Titi es una chica glamorosa y siempre quiere andar al último grito de la moda. De todos modos ella también es una mujer trabajadora, estudiosa y ocupada que debe llevar adelante un hogar. Ella sola debe limpiar, acomodar las cosas que desordena constantemente, lavar la ropa, arreglar lo que se rompe y ocasionalmente, sólo cuando está harta de encontrar medio limón seco y agua, llenar la heladera.
Digamos que el tiempo no le sobra y es verdaderamente un desafío encontrar tiempo para ir a hacerse las raíces a la peluquería o depilarse. De las manos ni hablar. ¿Tiempo para sentarse a que alguien le masajee las manos y le pinte las uñas? Pfffffff… Se las pinta sola y bastante bien pero el único momento en que puede es a la noche y más de una vez se despertó puteando a la mañana siguiente por tener la trama de las sábanas marcada en las uñas que tardó una hora y media en pintarse, junto con el resto de los dedos, claro. Sin embargo, el glamour está ante todo y más aún si hay una cita de por medio.
El día anterior había estado Titi hablando con su amiga Panamila de temas puramente femeninos. La conversación se daba en el baño mientras una se peinaba y la otra hacía pis. El asunto del momento eran los radiantes cabellos rubios de la titi y sus esfuerzos por convencer a los peluqueros de que le hagan un color que no parezca de yiro de constitución. En eso estaban cuando Titi trabajosamente se paró y comenzó con el baile de la odalisca para poder subirse bombacha y pantalones en el reducido cubículo sin que su amiga termine con un peine clavado en el ojo. En medio de la danza del jean Panamila se dió vuelta y automáticamente apagó el secador de pelo y, calculo que influenciada por el hecho de estar dentro de un baño, muy ilustrativamente le gritó:
“Pero Titilaaaaaa!!!!! La cortina no te combina con el fellllllpudoooooo!!!!!!!”
“Eh?”
Parece ser que el último grito de la moda indica que cortina y felpudo deben coincidir. Eso trae problemas a aquellas rubias que han desafortunadamente nacido con el pelo de otro color y que adquieren un fulgurante rubior por medio de métodos artificiales. Titi llegó a su casa y seguía pensando que decolorar el felpudo para que le combine era algo atroz… no sólo porque esos químicos pican sino también porque dicho felpudo también crece. ¿Y en ese caso que se hace? ¿Se usa a lo Cebra? Al día siguiente iba a salir con un bombón y la sola idea de que el muchacho criticara su… decoración… hería lo más profundo de su ego. Después de mucho meditar llegó a la conclusión de que podía acudir a otra alternativa y sonriendo agarró su cartera salió corriendo a la farmacia.
Podrán encontrar la crónica de las desventuras de Titi con la cera en alguna próxima entrega que será titulada “SHO ME DEPILO SHOOOOOO” y que a partir del día de hoy es el nuevo grito de guerra de nuestra heroína.
Al cabo de una hora y media de arduo sufrimiento y autosuperación, la llamó a su amiga panamila y le dijo “Gorda, solucioné el asunto del felpudo…”
Parece que si la cortina no te combina con el felpudo, hay que plastificar el parquet.
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Muy gracioso!
ResponderEliminarpero muy. :)
sho me depilo shooooo!
Pero por favor!!! la Titi se plastifico el parquet, es lo más!!! Pero como debe haber sufrido la Gorda. El que quiere celeste que le cueste, y ante todo el glamour!!!
ResponderEliminarSHO ME DEPILO SHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!
ResponderEliminarQue grosa Titi!!! Con Panamila siempre decimos que "estar linda no es facil, cómodo ni barato!!!"
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