lunes, 21 de septiembre de 2009

Al pedo, al rrrre pedo...

La falta de trabajo ocasiona graves heridas a los bolsillos, pero sobre todo ocasiona gravísimos problemas de organización. Son pocas las personas que saben que estar al pedo es de lo más estresante que hay.

Cuando una no tiene nada que hacer, tampoco tiene tiempo para nada. Es más, quizá no tiene nada que hacer porque no tiene tiempo, entonces no hace nada!

El ocio improductivo es extremadamente agotante. Hay que tener en cuenta que en estos casos una duerme muchísimo más de lo que necesita, y eso provoca un estado de boa constrictor en plena digestión, vulgarmente llamado también "paja total"

Para cuando una se saca la fiaca y logra levantarse de la cama, ya es la hora de almorzar y entonces debe proveerse el alimento, que se reduce a cereales con leche o pizza de la noche anterior. Ya para ese entonces son las tres y media de la tarde, momento en que llama una amiga con una estrepitosa invitación a pasar por su casa o acompañarla a comprar vaya uno a saber qué. Obviamente le explicamos que eso es imposible ya que para ir a su casa se tardan unos cuarenta minutos y antes una tiene que bañarse y secarse el pelo y decidir qué vestir. Además si vamos a salir a la calle entonces tendría que aprovechar y sacar las fotocopias que hace dos semanas necesito, o ir al pago fácil a pagar el gas que venció hace veinte días. Todo eso tomaría por lo menos dos horas. Más los cuarenta minutos...

"Sabés qué? No puedo che. No llego, tengo una bocha de cosas que hacer..."

Y así es que nos quedamos en casa en piyama hasta las nueve y media de la noche, hora en que hacemos un esfuerzo por calzarnos un jogging y vamos hasta el videoclub a buscar una peli para ver a la noche, y de pasadita nos llevamos un par de empanads del Rincón Jujeño.

Como verán, estar al pedo como lunar de negro es todo un trabajo.

martes, 15 de septiembre de 2009

mi actual y mi ex, un solo corazón.

Debería hcer un listado de situaciones bizarras.

Hace unas semanas venía yo caminando por Av. Santa Fé con mi actual pareja y derechito, frente a nosotros y sin posibilidad de esquivamiento venía mi ex... el más reciente.

Vamos a hacer unas aclaraciones: Uno es músico de la filarmónica (ex) y el otro es cantante. Por este motivo, ellos se conocen ya que han tenido que dar varios conciertos juntos.

Ahora, una cosa es que se tengan junados y un hola que tal capaz al pasar en la salida de un ensayo pero esto tomó otra dimensión. Mi ex, desde que se enteró que salgo con dicho cantante, desarrolló hacia él una cierta... como ponerlo? empatía? simpatía? no se. El tema es que cada vez que están juntos en un concierto el ex se le acerca al actual a felicitarlo con un cariño poco antes visto. El actual, un poco sorprendido pero siempre muy amable le responde igual de cariñosamente.

Volvamos a la Av. Santa Fé. Se nos venía derechito y cuando nos vio se paró a saludarnos, y debo decir que estaba más contento de verlo a él que de verme a mi! Venía del dentista, de hacerse un implante y automáticamente se pusieron los dos a hablar de temas dentales mientras yo miraba la situación azorada (y totalmente pintada al óleo) Al rato cambiaron de tema y se pusieron a hablar del Teatro Colón. Y qué barbaridad lo que están haciendo, si, ahora yo me voy a ver la obra, me invitó García Caffi, bueno después contame cómo va la cosa, bueno maestro, te dejamos, que andes bien eh?

=S

Cuando nos íbamos, mi novio me dice: cómo me quiere ese chabón, eso es agradecimiento puro. Gracias a mí se sacó un peso de encima... jajaja


Je! eh... si... claro... que lindo...

viernes, 11 de septiembre de 2009

rebelión en el rancho!

Disculpen la ausencia, no es que la gorda titi se hartó de escribir, es que mi computadora pereció temporariamente y un ciber no es lugar propicio para la creatividad. De hecho, en estas semanas de ausencia ocurrieron millones de cosas que seguramente darán vida a nuevos episodios de La Gorda Titi.

Ahora, una reflexión interesante... porqué es que cuando se rompe una cosa, se rompen siete más al hilo? Es como si hubiese habido un levantamiento electrodoméstico en mi hogar y un buen día me levanté y me encontré con un motín tecnológico.
Yo me imagino que de noche cando duermo mis artefactos se comunican en algún lenguaje de bits o trons o megachips y se ponen de acuerdo.

Así es que el DVD no me lee las pelis, la tele pierde la imagen, la computadora quema la fuente, el microondas no descongela, los enchufes entran en corto y el termotanque simplemente explota.

No sé qué tiene que ver el termotanque con el resto de los artefactos eléctricos pero ese es un pillo y siempre que algo más se rompe él se suma a la protesta.

Mis bolsillos quedaron heridos del arreglo del dispositivo desde el cual escribo en estos momentos y lo que es verdaderamente inverosímil es que de repente, la tele nunca funcionó mejor, el DVD me lee hasta los hologramas de los paquetes de papas fritas y el microondas hace lo unico que sabe hacer: calentar.

Se me ocurrió que hay algún movimiento energético por el cual una vez que mi bolsillo se avería el resto de las cosas recuperan su habilidad.

No. con el termotanque no hay caso.