Ferozzzz fue la fiebre mundialera de este año... Se vino como un huracán de la mano de Dios y arrasó con todo! En la tele hacían programas especiales a las cuatro de la mañana para hablar horas y horas acerca de lo que comió Tevez en el entretiempo de la práctica o si Jonas ronca de noche. Supimos todo de ellos. Supimos que Messi come chupetines de frutilla todo el día, que Higuaín tiene pesadillas y que De María tuvo un poco de cagaso en el primer partido. Además, todos los hombres, la mayoría de las mujeres y todos los niños, sacaron a relucir su MASTER en futbología internacional y dieron cátedra en cuanto taxi, bar, restaurant, asado familiar y reunión de padres se encontraron.
Siempre ocurre, pero este año la locura se exacerbó, un poco por tener a Maradona de DT y otro poco por tener un equipo de all stars (cariiiiisimo) y por haber jugado los primeros partidos con equipos medio "pichis" que fueron fácilmente ganados.
La pedantería del DT fue tan tremendamente contagiosa que los argentos más fanes hasta revolearon camisetas de la argentina frente a las góndolas de salchichas en el coto.
Las caras de asombro e incredulidad durante el tristemente memorable 4 a 0 con Alemania me hicieron acordar a esos adolescentes menores de edad que no pueden creer que los reboten en la puerta del boliche mientras blanden un DNI truchado con una birome bic. Gritaban, lloraban, se agarraban la cabeza sin poder creer que DIOS no le haya roto el culo a los alemanes desde su Altísimo Trono al costado de la cancha!
Afuera del bar piojoso en donde fui testigo de semejante bochorno, un señor con pantalones hechos trapo sostenidos por un cinturón demasiado grande, revolvía la basura en busca de algo que pudiera serle útil.
Me hubiera gustado decirle que espere un ratito, que unos diez o quince minutos, podía hacerse de todo un ropero celeste y blanco.
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