jueves, 1 de octubre de 2009

Titi y los casamientos

Ya Sabemos que los casamientos familiares son tooodo un acontecimiento y la familia entera se vuelve loca durante meses antes del grán día. Sinceramente éste último casamiento la Titi no lo vivió con tannnnnta excitación. Es que en cierto momento todo toma una dimensión más terrenal y empezás a verle otro lado a la cosa.

Analizando la situación, esto no es ni más ni menos que OTRA mega reunión familiar, sólo que además vienen algunos amigos de esos que no conoce nadie y que tampoco te interesa conocer. Aparte de los primos y tíos, siempre caen esas tías abuelas de andá a saber quién que son unas gerontes de mil años que, obvio, ya no se acuerdan de quién sos y, obvio, una nunca tuvo ni puta idea de quiénes fueron ellas. En estas situaciones las dos se quedan observándose un rato y sonriendo falsamente, ella recapitulando a ver de quién carajo sos hija o nieta, y vos mirando por arriba a ver si pasa algún tío que te tire un centro o algún mozo con los canapés como para incrustarte uno en la boca y decirle "Hola FDDGDGFDGDFDG!!!! Tanto tiempo!"

Otro divertimento durante la recepción es observar al tío impresentable que todos tenemos en la familia mientras hace de las suyas. El tío Eduardo en este caso, se fue sumamente bien preparado a la fiesta, ya que se clavó antes de salir dos pastis para la presión y dos taural para la úlcera y se acercó a la mesa de la picada dispuesto a apropiarse de algo que el resto de los comensales todavía no había vislumbrado: una tablita con riñoncito o hígado de cordero. El tipo se acercó con sigilo y se agarró dos o tres palitos de esos para pinchar las aceitunas y los llenó de trocitos de hígado mmmm... luego, para no buchonear el hallazgo se corrió un poco, como si estuviera al lado de la pavita y se vació los tres escarbadientes adentro de la bocota y entró a masticar como si lo llevara el diablo. Todavía cree que fui yo sola la que lo vio escupiendo atrás de una palmerita las ciruelas de decoración que se acababa de lastrar. Mucho taural pero poco anteojo ahí.

Pasados los canapés llega el momento de ir a sentarse a la mesa. Para la Gorda Titi siempre hay dos únicas posibilidades. Que la sienten al lado del baño o al lado de la cocina. Olor a pis, u olor a bife. Esas son las únicas dos posibles opciones.
No sólo eso, sino que siendo una codiciada soltera de treinta años y buen parecer, SIEMPRE indefectiblemente la sientan nada mas y nada menos que con su hermano y sus primos. A la familia de la novia JAMAS se le ocurre hacer una mesa de solteros.
Así es que en una misma mesa había doce primos solteros de entre veintidos y treinta años mirándose las caras y pensando, las chicas: "Para esto me pasé cuatro horas en la peluquería??" Y los chicos: "porqué mierda todas esas minitas DIVINAS están en la otra punta??"

De todos modos el caso de la Titi fue peor porque ella no estaba tan interesada en estar en una mesa de solteros para enganchar a alguien sino más bien le interesaba estar en una mesa con gente que no conociera, como para poder entablar algun tipo de conversación adulta. Todo bien con los primos, pero los ve todos los putos fines de semana... digamos que la charla básica dura cinco minutos y después dedican el resto del tiempo a tomar whisky o a hacer guerra de pan.

Ahí estaba la muy boluda, encorsetada hasta la asfixia y preguntándose para qué diablos se había gastado en ir a buscar una falda a villa culo si la única que se dio cuenta que no estaba de jean fue su vieja.

Luego de la cena, ya todo el mundo chupó como si estuvieran a la vera del sahara y son sorprendidos por el vals. No sé porqué se sigue haciendo eso, si la gente baila el vals para la mierda. Aparte, nunca te saca a bailar el amigo fachero del novio, sino tu viejo o tu tío que justo pasaba por tu mesa y no tuvo mejor idea que sacarte el vaso de la mano y ponerse a pisarte los pies. Inmediatamente después de un brevísimo (gracias a dios) vals, se larga derecho el reggaetón. Y así sigue TODA la noche.

Lo del reggaetón termina siendo un muestrario de las atrocidades motrices que pueden hacer tus familiares de más de cuarenta y cinco. Lo que pasa, es que entre el champán, el whisky y alguna otra sustancia que sabemos que habrá corrido por ahi, se nos había perdido todo tipo de verguenza.

La noche termina a eso de las seis de la mañana cuando ya no le daban más los pies y tenía el pelo hecho un nido de caranchos después del cotillón (100 pesitos de pelu a la basura) En eso su hermano viene en estado de total ebriedad y le dice "She loga, bamos a gaza que sha dengo el deléfono de la bidita eza que be eztaba shabullando..... zi quedés badejo sho eh? hic..."

Y así es que la Titi termina haciendo de remisera y rezandole a Baco que por favor no le "gomiten" el auto, o que al menos tengan la decencia de abrir la ventana.

La próxima vez que tengan un casamiento familiar, sean más pragmáticos, porque al final, te gastás 500 pesos en un vestido nuevo y 200 en zapatos, te pasas cinco horas en la peluquería, te pintas las uñas de plateado y te cagaste haciendo dieta durante tres meses PARA BAILAR CON TU TIO!!!!!!!!!!
Naaaaaaaaaaaaaaa

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