sábado, 13 de junio de 2009

Hay que ser DIVAAAA


Gracias a mi reciente actividad musical me he topado con comentarios de gente del amiente operístico y de su periferia que me han hecho meditar bastante y he llegado a la conclusión de que mi única salida es convertirme en DIVA.

El señor Mario Solomonoff, gran cantante, ahora ya mayormente retirado pero con quien he tenido el inmenso placer de cantar el año pasado, me dijo hace poco que él ha cantado mucho Mozart en su carrera y que mucho le place, pero más le gustaría si durara una hora menos. Coincido con Mario por varios motivos. El primero y principal se debe exlusivamente a una mediocridad personal, ya que una hora menos de ópera significaría llegar al final de la misma como una DIVA y no como una ameba desinflada con cara de enferma de gripe porcina y sonido a cuerda estirada de violoncello de ático. El segundo es que odio incrustarme la silla durante tres horas cuando me toca el importantísimo rol de espectadora.

Ya que estábamos soñando con pedirle favores a Amadeus, también sugerí que sus arias para mezzosoprano como las de Cherubino y Dorabella podrían haber sido escritas un tonito más abajo... Qué digo uno! Con medio estoy como quiero!!!

A esto, mario me contestó que las grandes DIVAS de otrora, como la Malibrán, se hacían cambiar las tonalidades de las arias para que les queden mejor, sin embargo, debido a esta nueva moda de cantar todo tal cual fuera concebido, esa posibilidad ha quedado alejada de mi alcance.

En fin, no quedó otra que apechugar y soplar como loca para meter todas las notas donde iban (nuevamente la imagen de ameba desinflada y enferma de gripe chancha)

Luego de salir medianamente airosa de estas experiencias y, obviamente, de quejarme como una condenada por tanta tortura vocal, oí a otro cantante muy conocido decir al pasar y como quien no quiere la cosa que "el diapasón de Mozart estaba en 415"

Ahí me acordé de nuevo de Mario y mi teoría del Divismo se acentuó aún más. Ahora he decidido ser DIVA para dar la orden irrevocable de que las obras de Mozart sean interpretadas fieles a su concepción y obligar a todas las orquestas del munnnndoooooo a que bajen su afinación!!!!

A ver si alguna vez no sueno como un chancho en proceso de degollamiento!!!!

Carajo Mierda!

He dicho.

La DIVA Rana.

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